Cuando se larga, prometa temporal o lluvia pasajera, automáticamente me pasa algo: quiero estar en mi casa.
No, no es un deseo de "qué lindo sería estar en casa haciendo tal o cual cosa". No. Es algo físico, lo siento en el pecho, una necesidad absoluta, visceral, inamovible de estar en mi casa.
Mi lugar en el mundo.
(M)