martes, 29 de junio de 2010

FOTO(ajena)FOBIA

A mi la era digital me pasó por encima...sin mayores oposiciones de mi lado me dejé ganar con calma jujeña...desde ese entonces no tengo cámara digital y la obsesión por las fotos que de chica supe tener (eufemismo para decir "con la que le rompí soberanamente las bolas a todas mis amigas en cada evento/viaje/reunión") la perdí completamente...me copo con las fotos si hay y sino, poco me importa.
Ahora, hay algo a lo que nunca me acostumbro y que, de hecho, me pone particularmente nerviosa: salir involuntariamente en fotos ajenas.
Estoy bailando en un boliche y zas! un flash entrometido me escrachó de fondo en la foto de dos x...foto que pululará por miles de caminos cibernéticos conmigo ahí de fondo con vaya uno a saber que cara!!
No quiero! Siempre que puedo la evito con un brusco movimiento estratégico para que el pelo me tape! pero las veces que lo logro son las menos!
Basta! arranco acá la campaña para evitar que los que queremos conservar el alma no nos la quiten con un flash pervertido!!!

(M)

miércoles, 23 de junio de 2010

Me hago cargo

Una caída en público nunca es grata, una casi caída mucho menos. Pero ante lo inevitable hay dos opciones: hacerse la boluda o con la frente en alto admitir la derrota ante el efecto de la gravedad.
Hacerse la boluda implica una especie de improvisación espontánea para ocultar el dolor, un chasquido de boca mirando al piso como acusando a la vereda por ser tan entrometida y provocar que trastabillemos o una rápida y casi enojada reacción en posición de rauda huida, ante la pregunta de algún transeúnte que osó darle trascendencia a lo que queremos esconder y nos pregunta "¿estás bien?".
Pero sin dudas lo heroico en estas situaciones es parar, dejar salir el dolor si es que lo hay y mirar de frente a todo aquel testigo involuntario, callado o participativo y admitir "casi me mato...pero estoy bien" sonreir...y seguir.
Así fue en mi última bajada accidentada del 60...un centímetro más y las consecuencias eran gravísimas...salí airosa de la caída y del espectáculo ofrecido.
Si eso no es valentía, la valentía donde está.

(M)

viernes, 11 de junio de 2010

Aviones

Yo me subo a un avión argentino y es inevitable que se me venga la cara de Piñeyro y su parva de documentales que avisan lo mal que andan los radares, lo para atrás que están los aviones y hasta como te chorean cuando despachas el bolso. Ese último tema no fue problema en mi reciente y único viaje en un avión de Aerolineas Argentinas, porque mi pequeño bolsito viajó conmigo.
pero...mamadera! Que el avión despegue de Aeroparque, que cuando estás en la cajeta de alto donde no llega ni la esperanza planee y que lleguemos sanos y salvos es en lo único que pienso intermitentemente durante todo el viaje mientras mastico chicle que da miedo para destapar un poco mis oídos afectadísimos!

(M)

Crónicas de viaje y de compras

Producto de mi cope lugareño recorriendo las calles de Iguazú en mi viaje solitario e introspectivo me compré un mate.
Mate que creí original hasta que lo vi en todos los locales de las 3 cuadras que hacen el centro, producido en serie...

Pasé de la sensación de tener en mis manos una artesanía típica con una energía especial que daría un sofocón de naturaleza a mis desayunos capitalinos a sentirme una completa estúpida por ser funcional una vez más a la "pelotudez turística" y comprar un producto que seguramente alguien que trabaja por dos pesos haga de muy mala gana y con muy poca energía de la que yo esperaba...

(M)