lunes, 14 de diciembre de 2009

Infeliznavidad

Definitivamente hay algo que me deprime más que la imagen de un payaso medio despintado fumando un pucho en la plaza de un hospital: los adornos navideños en los almacenes de barrio. Está bien que muy devota de la navidad y lo que ella trae consigo no soy pero si voy a un almacén/local/mercado o similar espero dos opciones: o que esté decorado para la ocasión, con lucecitas, adornos y arbolito tuneado alegramente o que no haga alusión alguna a la fecha. Pero eso de quedarse a mitad de camino con la decoración directamente ni bronca me da, me deprime.
Arbolitos mustios, rotos y casi pelados con adornos de los años 80, una que otra tarjeta medio descolgada del árbol que reza "feliz 1993!", algunos de tela manchados de polvo y sin una pizca de lo que fue su color original o esas vidrieras de almacén que tienen una fiiiinita hilera de luces prendidas casi sin fuerza y que están acomodadas en el vidrio simulando la figura de un árbol casi fantasma son sólo alguno de los ejemplos.
Yo no digo que todo local tenga que ser el Alto Palermo ni mucho menos pero si esperan a marzo compran un arbolito decente y un juego de luces a un módico precio y el diciembre del 2010 los recibirá con una decoración obligada pero mucho más feliz.
Y con una clienta nueva, claro.

(M)

3 comentarios:

  1. Yo en este caso, me preguntaria cuanto hace que no pasa Papa Noel por esos locales?

    Si sos demasiado lista, las visitas y las lees, date una vuelta por www.himanistas.blogspot.com, quizas rias, quizas no lo visites mas...

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  2. Una vez en aquella ciudad remota en la que me crié, vi un arbol de Navidad, completamente decorado con telas de arañas añejas... cuando creí que era adrede y festejé esa interesante idea, el dueño de la despensa se avergonzó y señaló no haberlo advertido.
    Me deprimí... entiendo cómo te sentís... lo entiendo demasiado bien :(

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  3. Lejos de entrar en casas de regalos o bazares a ver decoraciones navideñas, mucho menos de gastar ni $10 en guirnaldas o velas (y eso que suelo ser una gastadora compulsiva) me niego rotundamente a armar arbolito de navidad... nada, cero, odio el pan dulce, los turrones, las frutas abrillantadas... no al stress de fin de año, no al pino iluminado, que si le da corriende de aire se vuela, eso pasaba cuando vivia en familia, cuando de la casa se encargaba mi madre. Ahora: NO SEÑORES, asi viva en una casa compartida, no al ARBOLITO de NAVIDAD. Vale festejar, vale gastar mucha plata en vinos espumantes, sidras, cervezas y champagnes pero sobre todo, si se puede, vale tomarse vacaciones en Diciembre... y que de las fiestas y las decoraciones se ocupen otros!!
    Malaleich

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