domingo, 2 de mayo de 2010

Manual de la mala suerte

A continuación, detallaremos una serie de situaciones. Si el lector se siente identificado con al menos 3 de ellas, estamos en condiciones de decir que está pasando por una mala racha. Plantas de ruda, sahumerios y saumadas, rezos, brujitas y estampitas, ¡corran a buscarlos!

- si bien los contenidos de nuestra televisión distan bastante de ser grandes y buenos, que una noche viendo algún programa salga una llamarada de atrás del aparato para después apagarse para siempre no es una buena manera de hacerme saber que la tele basura existe.

- en plena ola de calor la computadora de escritorio, que ya bastante para el culo andaba, se resiste a prenderse. ¿Será el calor, los cables, internet? Andá a saber

- tengo una receta médica. Voy a la farmacia una vez, están cerrando. A la segunda vez hay un cartelito de duelo, a la tercera no están de turno, a la cuarta abren en 40 minutos. Y a la quinta vez que voy, claro, la receta está vencidaaaaaaaaaaaaa

- quiero cocinar una tarta en el horno. Aparetejo que siempre fue bastante caprichoso, ya le había agarrado la vuelta a sus perillas truchas y ochentosas. No enciende nunca más. Y la odisea de encontrar un gasista que pueda atenderte hoy y no dentro de 6 meses es un capítulo aparte.

- compro un equipo de música. Para escuchar los miles de cd´s que me encantan. A los 6 meses se rompe la lectora. Situación normal en este tipo de aparatejos sensibles y modernos. Pero si mientras escucho la radio de repente el aparato se apaga sin ton ni son ¿está poseido?

- ya me afanaron el stéreo una vez que sali a cenar y dejé el auto en la calle. Esta vez rompieron el vidrio del acompañante, no se llevaron el stéreo pero sí todos mis cd´s copados. El de Towa Tei, el de The Cure acústicoooooooooooooooo

- voy a arreglar el maldito vidrio. Una buena es que el seguro cubre todo. Pero me clavo 5 horas esperando que todos los automovilistas desesperados por los agujeros que les dejó el granizo se calmen. El mío es el último auto que arreglan en el día. Y ese era mi día de descanso.

- pienso: voy a hacer una copia de la compu que me queda, por las dudas. Salgo, vuelvo a la hora, voy a prenderla y ¡caput! no anda. ¡¡Y no hice la copiaaaaaaaaaa!!

- le pongo todo a un trabajo. Pasan uno, dos, tres, cinco meses y no veo un sólo peso. Me contento porque tengo otros dos trabajos. Gracias, gracias y gracias. En uno me pagan con 1 mes de atraso, son las reglas del acuerdo. ¿Y en el otro? Me deben un mes y medio de laburoooooooooooo y cuando me entero no paro de llorar un día entero.

- N de la R (léase: nota de la redactora) Claro que hay cosas peores en la vida. Pero hechar un manto de liviandad sobre mi racha hace que no todo sea tan negro, y poder compartirla con uds. es de alguna manera, una buena forma de exorcizarme. Gracias
(B)

2 comentarios:

  1. Primero, leo todas las opciones de "comentar como" y no entiendo un caraxo de nada. Bueno chicas, loro viejo no aprende a hablar.
    Con la mala suerte, todo bien, el domingo aquel, el granizo me hizo merde el techo, eso no me importa, el viernes anterior, el proctólogo me hizo merde el tujes por culpa de la colonoscopía de los 50 abriles. Que es peor, que se me hayan roto las tejas o que me hayan roto el ortifai... que espanto, lo mío es la mala suerte.
    Las quiero. TACO

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  2. ¡¡¡Taquitooo!!! sos groso groso groso y nos. también te queremos

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