miércoles, 17 de noviembre de 2010

Más vale 1 pájaro libre...que 100 encerrados...

Vivo en un departamento chiquiiito en el corazón de Macri...digo, de Palermo. Contrafrente. Sin balcón pero con hermosas ventanas desde las que, cada tanto, escucho pajaritos. Detalle que no es poca cosa si considero que tengo una obra en construcción en el pulmón de manzana y estoy a media cuadra de una tremenda avenida.
Pero el otro día una duda llegó para quedarse.
El pajarito que escucho y me hace feliz un instante, ¿está libre o es de jaula?
Noooo maldita duda que me carcome el alma.
Pocas cosas me estrujan el corazón como ver animales encerrados...si, soy de las que consideran que el concepto "animal doméstico" es un invento humano, eufemismo de "animal encerrado" que oficia de lava culpas para quien se autodenomina "dueño" del pobre ser vivo...pero no viene al caso...
La cuestión es que dicha duda no me deja disfrutar más del cantar del pajarito que tal vez sea un canto de profunda pena...
Editá eso con la imagen mía medio cuerpo fuera de la ventana mirando fijamente (con anteojos) piso por piso, ventana por ventana de mis vecinos tratando de comprobar la terrible hipótesis.

No fue ni recti ni ratificada...al cantar del pajarito le soy indiferente...ante la duda...no quiero conmoverme...

(M)

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