Máximas maternales

A continuación, ciertas verdades sobre la maternidad que nadie pero nadie se encarga de develar. Máximas ineludibles para primerizas o experimentadas. Daremos por tierra con ciertas imágenes románticas del maternaje que, en definitiva, sirven sólo pa´ la tapa de las revistas. Porque ser mamá es tantísimo más intenso que en las recetas y las fotos. A saber:

- Dar la teta ¡duele!
Si, si. El niño, sobre todo el recién nacido, ansioso por saciar su hambre rompe pezones a lo loco. La sonrisa y la mirada del bebé a la mami mientras amamanta serán dignos de un portarretratos recién después de varias semanas de crema, paciencia y pezoneras.

- Tu vida no es más tu vida (y eso estaba OK, diría Fito Páez) Acciones cotidianas tan necesarias, básicas y naturales como lavarse los dientes, bañarse, hacer un mate, hablar por teléfono o comer se convierten en una auténtica odisea imposible de lograr. Todo lo que un ser humano hace durante el día se reduce a las actividades básicas para la superivencia y la madre las realiza con una sola mano (leer el diario del domingo o mandar correos electrónicos son un lujo de jeques árabes)

- No dormirás.
¿Alguien sabe por qué todo el mundo enuncia "¿Y? ¿los deja dormir?" con una sonrisa socarrona cada vez que preguntan por el nuevo integrante de la familia? Si ya conocen la respuesta, que es un rotundo NO (al menos los primeros meses)

- Salir a pasear es el viejo y querido "santo remedio"

- El "cuerpo a tierra" no es sólo una orden militar
Una madre aprende a tirarse (literalmente) a dormir apenas el niñito se digna a cerrar los ojos. Esté donde esté y sea la hora que sea. Todo lo demás no importa

- El tiempo, tal y como la madre lo conocía hasta el momento, deja de existir.
Las horas son un borbotón de minutos que pasan entre pañales, leche y mimos, casi sin darse cuenta.

- ¿Ser madre es "no hacer nada"?
Nada más injusto. Típica afirmación de los que están convencidos que ser mamá no es un trabajo y dicen: "vos no estás trabajando ¿no?" Respuesta de quien escribe: Sí, claro que estoy trabajando: amamanto, acuno, saco a pasear, cambio pañales, masajeo, enseño "ajoes", juego, charlo, baño, alzo, sonrío, hablo en idioma bebé, subo, bajo, observo, canto, mimo, lavo, plancho y acomodo ropitas etc. (además, claro, cocino, pago cuentas, organizo el hogar, etc.)Y es el laburo ad honorem que con más placer hago en mi vida (¡tomá!)

- Una sonrisa, un ruidito, la mirada clavada en el alma, y todo lo que aprende el bebé cada día pueden llegar a tirar todas las estanterías que esa madre tiene en su existencia. No hay amor más profundo, no existe un sentimiento más indescriptible, fascinante o visceral en el universo.

- Más allá de las ojeras hay un par de ojos que ven muy claramente que volverían a ganarse el título de madre. He dicho

(B)