...y cuando te vi ahí parado en los pasillos de la oficina, escribiendo en tu blackberry del que no podés separarte un segundo, levantar un poco la vista y gritarnos, con esa sonrisa de cotillón barato, "por la plata baila el mono"...me dieron ganas de vomitar.
Vomitarte caras de culo y gritos que retumben en tu micro cerebro: "no entendiste nada".
(M)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario