El final del cumpleaños, terminar un libro, una película, una serie, una obra de teatro, el hasta luego, la despedida definitiva, el final de un ciclo...
Definitivamente no me gustan los finales. Me hacen mal, me ponen triste, me debilitan. No sé cómo manejar esa angustia que me invade. Un baldazo de angustia me invade.
No me gustan los finales casi en la misma proporción que no tolero el "para siempre".
Y en esta falta de armonía permanente trato de hacer equilibrio...
(M)
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