El venía de cazar un pajarito. Construyó la jaula y la trampa. Concentrado le preparaba la latita con agua y la comida.
Recién cazado estaba el pobrecito, chiquito, colorido, precioso.
Volaba dentro del cubículo, de un lado a otro, resignándose a sus nuevos límites espaciales.
"¿Por qué le haces eso?"
"Y...se venden bien...los turistas los compran. Pero ojo eh?, yo me fijo bien que no esté triste y se adapte bien. Si veo que está triste lo suelto, porque si no se muere a los 2 días"
"Pero...yo estoy segura de que está triste...¿cómo te das cuenta?"
"No! Este ya está contento. Mirá cómo vuela de un lado a otro y ya comió algo de lo que le puse. Esa es señal que ya se acostumbró a su jaula"
Me dio tanta tristeza...tanta...
(M)
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