jueves, 11 de febrero de 2010

Odios reloaded

hay una especie de incomodidad inherente a una época, esos odios que inevitablemente recordamos cuando miramos las fotos de las vacaciones, mientras guardamos las musculosas en el cajón con antipolillas y nos prometemos que para la próxima temporada vamos a adelgazar por lo menos 5kg. Con ustedes: odios estivales

- el agüita de los aires acondicionados que mojan toda, absolutamente toda la vereda
- las cancioncitas de promociones de Farmacity (este es para todo el año)
- el bombardeo mediático que insiste con la temperatura y la sensación térmica logrando acalorarte sin remedio
- la invasión de polillas
- que en febrero no haya un maldito lugar para estacionar
- que Buenos Aires no tenga un lugar para refrescarse
- estar tan lejos de mi casa en la playa
- a Ricardo Fort yendo y viniendo de Miami
- las peleas mediáticoas del tipo: la más aplaudida de x obra fue tal vedetonga, Sofovich vendió 1 entrada más que Flor de la V ¡bastaaaaaaaaa!
- los noteros con malla y camisa en la playa
- que estén todos tan al pedo que adoren a Uruguay, a su nuevo presidente, a la gente, las playas, etc. Uruguay es un país para admirar, siempre lo fue, pero es otro pais loco! Nosotros tenemos que ser Argentina y punto
- saber que la ola de calor va a durar hasta abril, y yo sin un mísero fuentón donde meterme
(B)

1 comentario:

  1. Si me permiten colaborar con la interminable lista de odios estivales, confieso que el mío es un tanto embarazoso pero no por eso menos molesto. Lo que más odio me da es que cada vez que uso pollera en verano Buenos Aires, me paspo. Si, amigas ¡lo que mata es la humedá!
    MMM

    ResponderEliminar