martes, 11 de enero de 2011

mundo panza

Manuel baila la (o el) z(s)amba en mi panza. He aprendido a distinguir cuando pega con los pies, los coditos, el culito y cuando moviendo la cabeza logra que salga corriendo al baño para hacer pis (un abrumador promedio de 4 veces por noche e incontables repeticiones diarias)

La balanza asesina sigue haciendo de las suyas pero ya no afecta en demasía. No hay persona con la que me cruce que no pregunte por fecha, sexo y grado de movilidad del niñito por nacer.

Ahora, hay algo aborrecible: las extremidades hinchadas. Las sutiles curvas de mis pies son cosa del pasado. Ahora en lugar de tobillos tengo dos macetoncitos que logran que algo en mi cuerpo tenga por primera vez una línea recta. Los dedos se vuelven una especie de salchichita parrillera digna de desechar y el arco, los talones y los metatarsos parecen almohadas llenas de agua que apenas apoyo en el suelo me hacen pensar en la posibilidad de un trasplante de pies.

Ahora soy presa de una nueva patología: el síndrome del túnel carpiano. Ah si, nada es simple de nombrar en un embarazo. Lo mismo que le pasa a mis pies le sucede ahora a mis manos, a eso sumale que las yemas se entumecen y me convierto en una auténtica inútil que mueve los dedos tratando de recuperar la sensibilidad. Buena excusa para no lavar los platos. Si, claro, pero y ¿quién me lava los dientes? ¿quién me peina y me viste? snif

Otra cosa que aprendí es a dejarme al menos 2 uñas sin pintar. ¿¡WHAT!? sep, consejos de las parteras, para distinguir la presión en el momento crucial de traer al bebé a este mundo.

Si alguna vez fueron al Tren Fantasma y no quisieron volver jamás, parecida será la sensación cuando vean de qué se trata el famoso "sillón de parto" Una butaca llena de cañitos y almohadoncitos en la que te tenés que sentar en una posición indigna para aprender a pujar.

Ecografía, electrocardiograma, madrugón "asassino" para hacer análisis, dormir una siestita, encremarme entera y practicar las respiraciones, caminar como un pato leeeeerdo y no poder dormir más de una hora seguida son esas pequeñas cosas que tiene la vida de la embarazada.

Si te dan a elegir, ni lo pienses, y decí que sí (vale la pena) Pero empezá a ahorrar para pagarle a alguien que te escriba los mails cuando tus dedos no sirvan más ;)

(B)

3 comentarios:

  1. Soy mamá, y no te voy a mentir, parir es más difícil que cagar una sandía, pero vale la pena claro que si! y después tenés a esa criaturita hermosa que te trastornará el sueño unos cuantos meses, te someterá a una cruel tiranía de llantos, y luego estarás pendiente de su supervivencia, ya que los peques tienden al suicidio. Así que el embarazo lo recordarás como una etapa maravillosa.
    Espero haberte dado ánimo! la maternidad es lo más maravilloso que me pasó en la vida, a pesar de lo anteriormente expuesto.

    ResponderEliminar
  2. Que genia amiga!!!! Un genia total!!!
    No tengo dudas que serás una madrazaaaaaa!!!

    Te quiero!

    ResponderEliminar
  3. Hola, lo siento mucho por vos. Ojalá puedas recuperarte de semejante devastación.

    La otra vez escuché a un grupo de mujeres hablar del tema y me dio tanta impresión que escribí un artículo sobre el tema: http://www.merofondo.com.ar/blog/pros-y-contras-de-%E2%80%9Cestar-embarazada%E2%80%9D

    Espero, en honor a la verdad, haberte sacado el ánimo que quizás te haya dado "la maga", ya que no hay ánimo posible.

    Un beso!

    ResponderEliminar