Mi precario celular estaba sin batería. La batería olvidada en el cajón del trabajo. No tengo relojes en mi casa. Ergo, no sabía la hora.
Necesitaba saberla.
Entonces, lo hice.
Llamé al 113. Al histórico, al que llamaba de chica. Y ahí estaba la misma voz diciendo cada hora, cada minuto, cada segundo.
Por un lado sentí que lo que estaba haciendo era único. Nadie debe usar ya ese servicio.
Por otro lado, cuando corté pensé "esa voz está ahí repitiendo eso hace añares...y ahora, ahora y ahora mientras nadie la escucha"
En cosas grosas como estas se me va un cacho de tarde...
(M)
martes, 29 de enero de 2013
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Me hiciste acordar a esto.
ResponderEliminarhttp://humbertodib.blogspot.com.ar/2012/08/la-hora.html
Éxitos
¡Muy bueno! Me había olvidado de eso! Y pensar que la pobre tipa siga ahí...
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