Restar o sumar, esa es la cuestión

En las fiestas, agapes, cumpleaños, cenas o encuentros sociales cualquiera sea su naturaleza hay 3 tipos de personas, detalle no menor si consideramos que el porcentaje de unas o de otras determinarán el destino incierto de dicho encuentro.
Están los que ni pinchan ni cortan, es decir: no joden; los que suman y los que RESTAN.
Vamos por partes.
Los primeros son esos que están ahí, nunca sabes si a gusto o con un embole padre pero están, no tienen cara de orto explícita...serían una especie de Gioconda, depende como lo mires parece caracúlico o medio sonriente. Pecan de tímidos o de "estar en su mundo", siempre están tomando algo...ahí, calladitos pero sin estorbar a nadie, no reclaman acompañamiento constante ni eclipsan el cope de los demás.
Los que suman, en cambio, diría son casi imprescindibles, si son mayoría la fiesta tiene éxito asegurado de principio a fin. Están sonriendo, despilfarrando chistes y delirios, son los primeros en agitar para que se baile, son los que preparan tragos o sirven cerveza a todos para que nadie deje de tomar, acondicionan las luces, se preocupan por la música, corren las sillas...generan el ambiente que todo encuentro necesita para triunfar y ser recordado por lo menos los 3 fines de semana siguientes.
Y están los que RESTAN. Son los que claramente no están a gusto, preferirían dormir en la plaza con 9 grados bajo cero o dejarse patear por un burro a estar ahí el sábado a la noche. No les gusta mucho el alcohol ni bailar. Siempre se quejan de la música, cualquiera sea estén pasando y de hecho brega porque bajen el volumen cuanto antes. En cuanto entabla diálogo con alguien es para criticar algo del encuentro, el calor, el frío, el lugar, la bebida...todo entra justo en el barril de sus quejas. Contagian de abulia y mala onda a quien se acerque. En fin, tiran para atrás.
Hasta aquí un aporte más a la cultura de las diferencias...y una arista más a tener en cuenta a la hora de organizar un evento...los que restan: abstenerse!!
(M)