jueves, 5 de noviembre de 2009

Odios nao tem fin

Odio el ajo, si lo odio. No es que me dé alergia, que me moleste, que no lo elijo pero me lo banco. NO. LO ODIO y más odio que me digan "tiene, pero casi ni se nota"...yo si lo noto! a ver...ni poco ni mucho, nada de ajo en mi plato. Graciassss.
Odio comer la uva segura de que ya no tiene semilla...y ahí, entre los pliegues dulces muerdo una con toda la fuerza de mi mandíbula.
Odio morder una manzana paposa.
Odio que me llamen para ofrecerme el combo endemoniado de telecentro, el auto financiado o descuentos en llamadas larga distancia.
Odio que me hablen en el taxi.
Odio las charlas de ascensor. Alguna vez debería sorprender sacando un tema raro "que tiempo loco, no?" "si, la verdad...pero más loco es lo que le está pasando a mi amiga que vive acá, está cada vez peor" y?? ahora??? se te van las ganas de sacarme charla inútil?
Odio las etiquetas de la ropa y más odio saber que no hay solución: si las corto esa maldita puntita que queda me hace picar hasta la muerte.
Odio el ruido del subte cuando se están por cerrar las puertas y que no anden las escaleras mecánicas.
Odio llamar a celular (después de debatirme largo rato) y que me atienda directo el contestador!

Y esto no termina acá.... no no...pero antes me pregunto ¿estaremos a punto de crear una religión nueva basada en tan noble sentimiento?...
(M)

Sumo: odio el tono monocorde de los futbolistas hablando en las notas, odio que me digan "gordita", al gil de mi vecino que pone a Whitney Houston al palooooooo, odio a Belén Francese y todas su malditas rimas, las encuestas telefónicas, el olor de la caca de perro recién hecha en la vereda, pisarla, y a los dueños de esos perros que no la limpian (B)

1 comentario:

  1. che no sera el tiempo de preguntarse porque tanto odio y como dice el tango tengo miedo que se convierta en amor. yony

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